La psicología del póquer. Las emociones. La eliminación final y el mal funcionamiento de la mente

Parte anterior de Juego Mental de Póquer: Rendimiento y resultados.

Emociones

Las emociones no son el problema, son la clave del éxito.

Hay una gran diferencia entre la visión generalizada de la psicología del póquer y este libro: un enfoque diferente de las emociones. Cuando se considera que las emociones son las que causan problemas en la mesa de póquer, no es de extrañar que la sabiduría convencional insista en convertirse en un robot, engañarse a uno mismo y distanciarse de las propias emociones. Básicamente, la sabiduría convencional es que la ira, el miedo y el exceso de confianza son intrínsecamente malos y hay que deshacerse de ellos. Por supuesto, tu objetivo final es eliminar estas emociones del juego, pero sólo son síntomas de tu juego débil, no la causa.

Hay que escarbar un poco más para encontrar las causas de las emociones, pero una vez que las causas están claras, el papel de las emociones cambia por completo. Las emociones adquieren un propósito muy valioso: poner de relieve los fallos del juego psicológico. Básicamente, las emociones te dicen qué aspectos del juego hay que mejorar (cuando no entiendes lo que las emociones intentan decir, intentas suprimirlas).

Las emociones problemáticas se desencadenan cuando ciertos acontecimientos en la mesa de póquer ponen de manifiesto los defectos de su enfoque del juego. Por ejemplo mala racha. Pats malas rachas no causa puente. Si fuera al revés, entonces cada jugador mala racha iniciar puente, pero no es así, ya que hay jugadores que mantienen un alto nivel de juego incluso después de muchos fracasos. Por lo tanto, no se puede decir que mala racha causada por puentedebe haber otra razón. Ese problema es una mala actitud hacia el póquer. Un ejemplo de una mala actitud podría ser pensar que eres demasiado bueno para perder contra un jugador más débil. Cuando un jugador con esta actitud mala racha de su oponente más débil, inmediatamente se enfada. Así que malas rachas sólo causa ira cuando existe ese defecto (y otros similares) en la psicología del jugador.

Eliminación definitiva del problema

Cuando las emociones se ven como síntomas, surge una forma totalmente nueva de tratar los problemas psicológicos: la eliminación completa de esos problemas. Esto significa que se dejan todos los aspectos positivos que se derivan de las emociones y se eliminan todos los negativos. Las emociones negativas, como la ira y el miedo, desaparecerán cuando abordes las causas profundas subyacentes de estas emociones. Esta eliminación final del problema puede parecer una idea extraña, pero en realidad ya lo has hecho antes y puede que lo estés haciendo todo el tiempo sin darte cuenta.

Serás mentalmente fuerte cuando hayas resuelto tus problemas psicológicos en el juego. Los jugadores hablan mucho de este concepto, pero muy pocos saben realmente cómo desarrollar el músculo mental. Piensan que la robustez psicológica viene de "encender" una cierta mentalidad. Sin embargo, esta robustez es temporal, porque básicamente consiste en fingir que no hay fallos en el juego. Así que durante un tiempo te sientes confiado, intrépido y sin calentamiento, pero esa fortaleza psicológica es una ilusión. Los problemas siguen ahí, ocultos en algún lugar del trasfondo, y salen a la luz en forma de desagradables sorpresas cuando menos te lo esperas.

Ser capaz de eliminar su problema por completo es tener verdadera resiliencia psicológica. Aunque pueda parecer complicado, este libro está diseñado para hacerlo lo más sencillo posible.

Una mente que funciona mal

Hay una función cerebral fundamental de la que la gente sabe muy poco. Esa ignorancia repercute directamente en los intentos de gestionar y controlar las emociones y los problemas que causan.

En primer lugar, una breve descripción del funcionamiento de nuestro cerebro. Todo en nuestro cerebro está organizado según una jerarquía. El primer nivel almacena todas las funciones más importantes que realizamos, como el ritmo cardíaco, la respiración, el equilibrio o el ciclo del sueño. La competencia inconsciente también se encuentra en este nivel. El segundo nivel contiene todo el sistema emocional, y el tercero es el nivel mental, que contiene todas las funciones cerebrales superiores (pensar, planificar, percibir, organizar y controlar las emociones). La regla general es la siguiente:

Cuando el sistema emocional se vuelve demasiado activo, apaga las funciones cerebrales superiores.

En otras palabras: cuando las emociones están a flor de piel, tomas peores decisiones en la mesa de póquer porque tu cerebro te impide pensar con claridad. Al mismo tiempo, ocurren las siguientes cosas:

  • Aptemsta mente
  • Faltan detalles clave en el juego
  • Dar demasiada importancia a determinada información o centrarse en cosas sin importancia.
  • Conoces la respuesta correcta, pero sientes como si tu cabeza estuviera cubierta de niebla
  • Volver a los malos hábitos

Por desgracia, la pérdida de funciones cerebrales superiores es inevitable cuando las emociones son demasiado activas. Nadie puede controlarlo. Es nuestro cerebro y no se puede cambiar. En la psicología tradicional, esto se conoce como la reacción de "huida o huida", cuando tu mente es esencialmente no funcional, como un ordenador que ha experimentado un cortocircuito.

Aunque no podemos cambiar el hecho de que el sistema emocional bloquea nuestra capacidad de pensar, una vez que comprendemos las implicaciones de esta regla, resulta más fácil controlar nuestras emociones y mejorar así nuestro juego mental.

En primer lugar, hay que intentar controlar las emociones antes de que alcancen el punto de inflexión emocional (el momento en que las emociones empiezan a desconectar las funciones cerebrales). Muy a menudo, diversas estrategias psicológicas afirman que tiltinant pensar es fácil. Esto no es cierto. Tu cerebro desconecta tu capacidad de pensar.

En segundo lugar, cuando combinas esta regla con el SMM (modelo de aprendizaje de adultos), puedes entender mejor las habilidades de tu competencia inconsciente. Cuando tus emociones son demasiado rebeldes y no puedes pensar con sobriedad, pierdes el acceso a las habilidades que aún están en proceso de aprendizaje: tu competencia consciente. ¿Qué queda entonces? La competencia inconsciente. Cuando tiltinato o estás preocupado por jugarte un gran bote, los únicos conocimientos y habilidades de los que dispones en ese momento son de tu competencia inconsciente. Como resultado, las decisiones que tomas muy a menudo no están a la altura de tus expectativas; todo lo que estás aprendiendo en ese momento no puedes ponerlo en práctica.

Esta serie de artículos se basa en el libro de Jered Tendler sobre la psicología del póquer, The Mental Game of Poker. Si desea adquirir el original, que está disponible en inglés, puede hacerlo en amazon.es

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