Hasta ahora hemos examinado todos los aspectos de la mente de arriba hacia abajo, pero no hemos analizado la experiencia real de jugar al póker. Así que, levantemos el velo de una verdadera sesión de póker y pensemos en lo que realmente experimentamos al jugar al póker. En este artículo discutiremos algunos consejos simples y prácticos que te ayudarán a prepararte para una sesión.
Recuerda, la sesión siempre comienza antes de que te sientes a jugar. Antes de jugar la primera mano o incluso cargar la mesa, debes aceptar subconscientemente dos cosas: primero, que vas a jugar en este momento, y segundo, que vas a jugar con el estado mental en el que te encuentras. Estos dos factores tienen un gran impacto en tu EV. Por lo tanto, deberías experimentar con el momento y el estado mental en el que tiendes a jugar lo mejor posible.
También considera tu rutina diaria antes del inicio de la sesión. ¿Hiciste ejercicio, comiste, meditaste? Todos estos elementos tienen un impacto positivo en el estado mental y la actividad cerebral, por lo que después de ellos, es un buen momento para comenzar a jugar al póker. Jugar justo después de levantarte o de ver televisión puede ser una muy mala idea. Intenta programar tus sesiones en intervalos de tiempo óptimos, y después de ellas, sigue con actividades que reduzcan el estrés y te ayuden a “enfriarte”.
Aun así, tu sesión no comienza hasta que completes tus rituales previos a la sesión. Estas son cosas que haces justo antes de la sesión para calmar tu mente. Pueden ser ejercicios ligeros de estiramiento o respiración, visualización, revisión de manos de póker, repetición de mantras, revisión de tus objetivos, escuchar música motivadora, etc. No es tan importante que hagas todas las acciones mencionadas aquí, pero te recomendamos que experimentes con cada una para encontrar lo que te funciona y uses al menos una. Si usas estos rituales constantemente antes de comenzar a jugar, te pondrás en un estado de concentración especial (a la Pavlov/condicionamiento clásico). Además, podrás mantenerte enfocado y no distraerte.