Al tomar decisiones en el póker, hay dos aspectos primarios: la estrategia y la psicología. ¿Cuál es la diferencia entre ellos? Pensándolo bien, sentimos la diferencia, pero es difícil expresarlo con palabras. ¿Cómo se podría definir?
En palabras simples, la estrategia son buenos fundamentos, y la psicología es entender lo que pasa en las mentes de las personas. No está mal como comienzo, pero podríamos hacerlo mejor.
Sí, la psicología examina lo que sucede en las mentes de las personas, y la razón por la que queremos “entrar” en las cabezas de los demás es porque queremos predecir su táctica de juego. La estrategia nos permite aprovechar las decisiones de los demás, y la psicología nos permite, en primer lugar, predecirlas. No puedes aprovecharte de un jugador si no sabes lo que planea hacer. Pero solo saber lo que hará el oponente no garantiza que puedas aprovecharlo al máximo.
En resumen, la estrategia sirve de manera estática, es algorítmica, mientras que la psicología es inestable. Permite predecir y adelantarse a la estrategia y sus cambios basados en observaciones. Ni la estrategia ni la psicología pueden existir una sin la otra.
Podemos reducir aún más el papel de la psicología en el póker. En artículos anteriores hablamos sobre cómo equilibrar los rangos de farol y de valuebet. Podrías haber llegado a la conclusión de que las frecuencias de valuebet y de farol son esencialmente lo mismo y que para manipularlas simplemente deberías aumentar una y disminuir la otra. En realidad, todo es un poco más complicado.
Decir que tu frecuencia de farol es igual a 0% es simplemente otra forma de decir que incluso cuando tienes la oportunidad de farolear, no la aprovechas. Casi siempre, en una situación determinada, tendrás manos con las que podrás farolear. Así que decir que la frecuencia de farol es 0% es decir que te niegas a farolear. Por otro lado, si la frecuencia de valuebet es 0%, significa que en esa situación no tienes ninguna mano de valor. Cuando tienes una mano de valor, no necesitas tomar la decisión de hacer un valuebet o no, siempre se hace, por ejemplo, cuando tienes un set o una pareja alta (excluyendo los thin value bets).
Supongamos que en un lugar determinado quieres modificar tu equilibrio. Puedes cambiar la frecuencia de farol rápidamente, ya que esta frecuencia es más o menos una cuestión de elección. Es local. Simplemente puedes decidir que en esta situación farolearás más y luego simplemente actuar, no hay factores externos que debas considerar. Sin embargo, si quisieras aumentar el número de value bets, no podrías simplemente hacerlo. Recuerda “la pila de madera” (que obtuviste para construir tu barco de póker), tus recursos de buenas manos. Son finitos y limitados. Si no tienes ninguno en este momento, tendrás que “tomar madera” de otro lugar y redistribuir lo que tienes actualmente. Así que el aumento de la frecuencia de valuebet no es local, es sistemático, porque debes hacer cambios en otras partes de tu juego para obtener los recursos necesarios. Debes eliminar esas manos de algún otro lugar para usarlas aquí.
Podemos usar esta observación también para resaltar la diferencia entre psicología y estrategia. Al cambiar la estrategia, debemos hacer cambios sistemáticos y de gran escala en nuestro juego para poder aprovechar a nuestros oponentes. Pero la psicología solo requiere decisiones internas y localizadas. La psicología se centra principalmente en el faroleo, ya que es el área donde se toman decisiones momento a momento. El valuebet es más una cuestión de estrategia a gran escala y construcción de rangos.
Por supuesto, todo esto se ha dicho de manera muy simplificada, técnicamente hablando, a veces tu rango es tan fuerte en una situación determinada que necesitas incluir un poco de farol, o hacer thin value bets, etc. A pesar de toda la simplicidad presentada, este modo de pensar es útil para cualquier jugador.