Ya hemos revisado el arte de la aleatoriedad y la dinámica emocional, que conducen al elemento psicológico más importante: la imagen. La imagen es el cuadro que describe el comportamiento del jugador, que ven los demás jugadores. Es la base sobre la cual se evalúa a los jugadores en la mesa de póker. Esta definición hace que el concepto sea amplio y complejo, así que examinémoslo en detalle.
La primera regla importante es una fuerte primera impresión. La fuerza de esta impresión determina el primer encuentro, que se graba profundamente en la memoria y es universal. A menudo, este primer encuentro está tan profundamente arraigado que ni siquiera la información posterior puede cambiar esa experiencia.
Por ejemplo, si te sientas en la mesa y en las primeras manos haces 3-bet dos veces (quizás la segunda vez lo hiciste por valor), tu oponente decidirá de inmediato que eres un 3-betador súper agresivo. Incluso si después de veinte manos tu frecuencia se vuelve completamente normal, tomará bastante tiempo para que el oponente se deshaga de las conclusiones de la primera impresión que te describen. Y aunque cambie su modelo formado sobre ti, volverá a él tan pronto como vea una serie de 3-bets nuevamente.
Deberías aprovechar estas leyes de la psicología humana. Siempre estate alerta sobre la primera impresión que creas en otro jugador y cómo lo afecta. En lugar de pensar en tu verdadero estilo de juego, aprende a concentrarte en lo que el oponente te ve hacer en los primeros momentos de su juego.
La segunda regla principal de la imagen es la proyección de la impresión. Estas son suposiciones subconscientes de que otras personas piensan como nosotros, que otro jugador percibe el póker como nosotros y actúa como lo haríamos nosotros en esa situación. Es importante entender esto: la mayoría de los jugadores de póker esperan que los demás piensen y actúen como ellos mismos. Estos pensamientos permiten pensar que todos son iguales; un jugador conservador esperará que los demás también jueguen de manera conservadora, y un jugador suelto esperará que los demás también jueguen de manera suelta.
En pocas palabras, si juegas contra un nit, probablemente concluirá que eres más nit de lo que realmente eres; si juegas contra un maníaco, esperará que tú también juegues de manera maníaca. Esto no significa que esperen que hagas todo exactamente como ellos, sino que tu comportamiento en su percepción se inclinará hacia su propio estilo. Este conocimiento ayudará a reconstruir la percepción y las expectativas de otros jugadores sobre ti.