Deficiencias de la psicología tradicional del póker
Mi experiencia en la psicología del deporte a finales de los noventa ahora se refleja en los comentarios de los clientes sobre la psicología tradicional del póker: “Hasta cierto punto ayuda, pero en el momento decisivo no se puede confiar en ella”. Con la “mala” variación y otros aspectos psicológicos del juego, esta psicología sugiere lidiar con ellos respirando profundamente, tomando descansos en el juego, practicando visualizaciones, meditación, programación neurolingüística e incluso hipnosis. Cada una de estas estrategias puede ser una excelente opción en un momento dado (a corto plazo), pero es necesario abordar los problemas psicológicos del juego que están profundamente arraigados. De lo contrario, siempre surgirán, como las malas hierbas que no se arrancan de raíz.
Mi experiencia en el póker solo confirmó el conocimiento que traje del golf: al aplicar una estrategia más profunda al juego mental, es posible encontrar soluciones no solo temporales a los problemas. Un profundo conocimiento de la teoría y la capacidad de desarrollar habilidades psicológicas del juego en la vida real es lo que hasta ahora ha faltado en la psicología tradicional del póker. La sabiduría tradicional sabe cómo deben ser las cosas, por lo que se les dice a los jugadores que deben ser intrépidos, confiados y no dejar que la variación los desestabilice. Sin embargo, para muchos jugadores eso no es suficiente. Una cosa es saber cómo deben ser las cosas, pero otra es tomar medidas reales para tratar de resolver los problemas que impiden jugar con éxito.
El fish del juego psicológico
Los fish son fish en parte porque creen en lo que no es verdad. Juegan siendo significativamente más débiles que sus oponentes, pero no se dan cuenta de ello. Suckoutean una vez y piensan que jugaron perfectamente. Un oponente más fuerte los supera, pero piensan que fue solo mala suerte. Creen que no necesitan mejorar su juego, pero incluso si fuera lo contrario, no sabrían por dónde empezar. No tienen idea de lo que pueden controlar y lo que no, en la mesa de póker. A menudo los escucharás decir: “Sabía que ese rey iba a salir” o “Siempre gano con AQ”.
Tal vez seas un jugador sólido y ganador que reconoce las debilidades de los oponentes, pero cuando se trata de comprender los aspectos psicológicos del juego, probablemente no te diferencias en nada de un fish. Eres un fish en el juego psicológico si:
- Cambias una estrategia exitosa comprobada cuando te va mal/bien.
- No entiendes cuando alguien juega bien contra ti o piensas que todos juegan mal, pero siempre tienen suerte.
- Intentas ganar cada mano.
- Piensas que el resultado de la mano puede ser determinado por gritar, rezar o tener una “mano de la suerte”.
- Te molestas cuando un mal jugador juega mal e incluso intentas explicarle por qué está jugando mal.
- Te sientes infeliz cuando pierdes una mano que jugaste de manera rentable.
- Piensas que terminarás un mal período dejando de jugar o cambiando los límites.
- Piensas que después de leer un libro de póker, ya lo sabes todo.
- Ves los videos instructivos de Phil Galfond y piensas que podrás jugar como él.
- Piensas que estás maldito o que otros son más afortunados que tú.
- Piensas que es posible sumergirse en el alma de otro jugador.
- Juegas más manos cuando estás ganando/perdiendo.
- Juegas menos manos cuando estás ganando/perdiendo.
- Juegas mal cuando las apuestas son demasiado pequeñas para tener un impacto.
- Te tomas las cosas de manera personal con otros jugadores.
- Cuentas historias de bad beat a todos los que escuchan, sin intentar mejorar tu reacción a esos bad beats.
- Dices “una vez” (one time).
La serie de artículos está basada en el libro de psicología del póker de Jered Tendler: “Mental game of poker”. Aquellos que deseen adquirir el original, que está en inglés, pueden hacerlo en amazon.com