Parte anterior del libro “Mental Game of Poker”: Reconocimiento, respiración profunda, inserción de lógica
4. Recordatorio estratégico
Dependiendo de cuándo detectes tu emoción (cuán avanzada esté), puede que necesites algo de tiempo para volver a un juego sólido. Puedes acortar este tiempo recordándote algunos aspectos técnicos esenciales.
Este paso no tiene nada que ver con el juego psicológico; es pura estrategia de póker.
Por ejemplo, al intentar lidiar con un tilt inminente o ya en curso, puedes cometer errores técnicos, como ser demasiado loose preflop, ignorar la posición, olvidar asignar un rango de manos al oponente o no considerar cómo tu rango se ve para el oponente. Dado que estás lidiando con una mente que no está funcionando del todo bien, esas nuevas habilidades que estás aprendiendo en este momento desaparecen. Para evitar que esto suceda, anota una de estas listas junto con tu afirmación elegida:
- Una lista de las cosas que desaparecen (debido a las emociones) cuando intentas tomar decisiones jugando al póker.
- Una lista de todos los factores que consideras al tomar una decisión.
No puedes esperar jugar siempre tu mejor juego. Ese pensamiento ignora la realidad del funcionamiento del cerebro bajo emociones intensas. El recordatorio estratégico ayuda a mantener el control del juego.
5. Repetición según sea necesario
Los problemas psicológicos de tu juego aún no están resueltos. Al jugar, esos problemas volverán y te molestarán, como una mosca que intentas ahuyentar constantemente. Prepárate para pasar por los primeros cuatro pasos una y otra vez según sea necesario para mantener el control emocional y un buen juego. Algunos días puede que tengas que repetir estos pasos más a menudo de lo habitual.
6. Interrupción del juego
Interrumpir el juego es una habilidad. Una parte de esa habilidad es entender cuándo un problema psicológico se vuelve demasiado grande para continuar jugando. No hay una regla exacta que defina cuándo es el mejor momento para dejar de jugar. A veces necesitas mantenerte firme y simplemente jugar, y otras veces necesitas detener todo antes de que sea demasiado tarde. Sin embargo, al final, resolver un problema psicológico del juego significa que has encontrado una manera de continuar jugando.
Algunos jugadores no tienen opción: deben encontrar una manera de jugar a pesar de cualquier problema psicológico. Los jugadores de torneos son el mejor ejemplo de esto, pero incluso los jugadores de juegos en efectivo que viven de ello deben encontrar una manera de jugar a pesar de los problemas. La cuestión es que sin un plan claro para resolver los problemas, interrumpir el juego finalmente solo mejora la habilidad de interrumpir el juego, pero no resuelve problemas como el tilt. De hecho, hay jugadores que afirman no tener problemas de tilt porque simplemente dejan de jugar antes de empezar a tiltear. Sin embargo, evitar el tilt no significa que el problema haya desaparecido. El tilt no aparece porque no juegan, pero este método también es perjudicial porque se pierden horas de juego en las que podrían ganar dinero.
Interrumpir el juego tiene sentido estratégico cuando el jugador tiene un plan claro para resolver los problemas psicológicos del juego. Siempre hay una elección y cada jugador debe decidir por sí mismo lo que más le conviene. El factor principal a considerar es la capacidad de recuperarse y volver a un juego sólido. Si sabes con certeza que no podrás recuperarte, entonces interrumpir el juego es necesario hasta que puedas volver a jugar con una mente clara. Si sabes con certeza o tienes alguna duda de que te recuperarás, entonces considera el siguiente método para aumentar tus posibilidades de éxito.
Para jugar bien en un mal período, se necesita fuerza mental para poder controlar tus emociones. El control emocional no ocurre automáticamente. Se necesita esfuerzo para desarrollar la fuerza mental. Esto se puede comparar con levantar pesas para desarrollar músculos: comienza con pesos que puedes levantar y luego aumenta gradualmente. De la misma manera, en lugar de intentar seguir jugando en situaciones en las que antes interrumpías el juego, intenta jugar sólidamente durante 5 o 10 minutos más y evita grandes errores. Cuando sientas que te vuelves psicológicamente más fuerte, añade otros 5-10 minutos. Comenzando con sesiones pequeñas y obligándote a mantener un buen juego por más tiempo, aprenderás a controlar tus emociones no solo durante ciertas horas, sino también durante períodos muy desafortunados.
Por supuesto, esta estrategia es algo arriesgada. Pero eres un jugador de póker. Evalúa el riesgo/recompensa relativo de interrumpir y continuar el juego y toma la mejor decisión según la situación.
Serie de artículos basada en el libro de psicología del póker de Jared Tendler: “Mental game of poker”. Aquellos que deseen adquirir el original, que está en inglés, pueden hacerlo en amazon.com