A pesar de la permeabilidad del nivel, no llamamos niveladas a las situaciones en las que perdemos. Entonces, ¿cómo se convierte una situación en adecuada para aplicar el nivel?
En términos más simples, en el póker hay dos tipos de errores: errores de evaluación y errores psicológicos. La evaluación es tu capacidad para expresar en números el juego óptimo en una situación estática. Los errores ocurren cuando, en lugar de la estrategia óptima, se elige una subóptima, a pesar de toda la información recibida. Los errores psicológicos ocurren debido a la información incorrectamente predicha, que aún no está disponible.
El error de evaluación surge debido a un error en la teoría del póker del jugador. Si comete tal error, significa que no evaluó suficientemente bien los rangos, combinaciones, probabilidades u otra cosa antes de tomar una decisión, aunque toda la información está frente a él. El error psicológico es aquel en el que se necesita más información para que el jugador pueda tomar una decisión contra su oponente, pero no tiene de dónde obtenerla. Y entonces se crea una situación en la que se puede aplicar el nivel.
Por ejemplo, si la acción terminó con tu 4-bet/call off con ATo contra alguien que hace shove con un rango muy estrecho (y tú conoces su rango), entonces es un error de evaluación. Pero si haces call a una overbet en el river cuando el board está completamente seco y tu mano es completamente clara, pensando que tu oponente espera que foldees, y resulta que tiene los nuts, esa situación se puede llamar un error psicológico o una situación nivelada.
¿Qué se quiere decir cuando se dice que un jugador de FPS “se niveló a sí mismo”? Ahora podemos explicar más claramente lo que significa. Nivelarse a sí mismo significa cometer un error en una situación de evaluación debido a una situación psicológica, o cometer un error en una situación de nivel debido a una situación no nivelada. En términos simples, significa que la jugada correcta era obvia, pero de alguna manera el jugador se convenció a sí mismo de hacer lo contrario. El camino más correcto habría sido usar el análisis de evaluación y las frecuencias (“su frecuencia de bluff en esta situación es alta, así que haré call”), pero el jugador intentó incorrectamente conectar la situación con un problema de nivel y así llegó a conclusiones engañosas.
La diferencia se podría definir así: una situación de nivel no es puramente psicológica, sino también binaria. Suena un poco tonto decir que su frecuencia te niveló o que toda la estrategia del oponente lo hizo. Cuando hablamos de nivel, debemos usar un enfoque reduccionista al póker. Ver la mano como una partícula compuesta de átomos, y la decisión tomada como una decisión X o Y.