Acciones y reacciones
La naturaleza humana es buscar la conexión entre las acciones y los resultados que producen (reacciones). Intentar encontrar esta conexión es el punto de partida del aprendizaje humano. Estas conexiones pueden ser muy pequeñas y obvias, como cuando al pinchar un globo con un alfiler, este explota. O pueden ser la consecuencia de una acción, por ejemplo, si atrapas a alguien mintiendo, confiarás menos en esa persona en el futuro. Una de las claves del desarrollo humano es encontrar y asimilar tantas de estas conexiones como sea posible. Todo lo que hacemos cada día se basa en acciones previamente comprendidas y sus reacciones resultantes.
Una gran ventaja de observar estas reacciones es que podemos cambiar algo en función de ellas. Si tu acción no provoca la reacción deseada, la próxima vez puedes intentar cambiar la acción y ver si la reacción es diferente. Por ejemplo, si pasas un balón de fútbol a un amigo y él no logra detenerlo, la próxima vez pasarás el balón con menos fuerza. Esto puede provocar otra reacción y puede que pases el balón demasiado débilmente y no llegue a tu amigo, por lo que la próxima vez intentarás de nuevo de otra manera, y así sucesivamente.
Cuando todos estos conceptos se aplican al póker, encontrar la conexión entre acción y reacción (o en este caso, entre decisión y resultado) puede ser mucho más difícil. Cada acción tomada puede tener una amplia gama de resultados, algunos favorables y otros desfavorables. Todo esto hace que el proceso de aprendizaje sea mucho más difícil. Aplicar la misma metodología de aprendizaje en el póker que al patear un balón puede causar muchos problemas.
Algunos escenarios de póker pueden ser resueltos matemáticamente. Por ejemplo, en limit hold'em es muy fácil demostrar que casi siempre es correcto igualar una apuesta con un proyecto de color en el flop. Muchas situaciones en no-limit son mucho más difíciles de resolver matemáticamente, como decidir si es mejor retirarse, igualar o subir con 66 desde una posición media. En esta situación hay muchos otros factores influyentes, como tu cantidad de fichas, las acciones antes de ti, quiénes son tus oponentes de póker, tu imagen, el factor ICM (si es un torneo).
El principal error de los principiantes al aprender por ensayo y error es que, al elegir una acción y obtener un resultado negativo, instintivamente cambiamos la acción para obtener un mejor resultado. Debes tener cuidado, ya que una buena decisión en el póker puede dar un resultado negativo, y una mala decisión puede dar un resultado positivo. Por ejemplo, subimos antes del flop con AA y perdemos una gran cantidad de fichas cuando el oponente consigue un trío. O, por ejemplo, podemos igualar una subida antes del flop con K-9 y vencer al A-K del oponente cuando las cartas son K-9-6. Estos son solo algunos ejemplos, pero el principio es el mismo para muchas decisiones que tomas en la mesa de póker.
El hecho de que seas un jugador ganador no significa que estés jugando bien. Y viceversa, el hecho de que pierdas no significa que estés jugando mal.
Es muy importante que un jugador de póker entienda esto. De lo contrario, puedes dejar de cambiar malas decisiones en el juego y seguir tomándolas, ya que tendrán beneficios en los resultados a corto plazo. En tales casos, el jugador con AA jugará demasiado cautelosamente la próxima vez, y el jugador con K-9 reformará su opinión y pensará que igualar con K-9 está bien.
Fuente del material: The Poker Mindset: Essential Attitudes for Poker Success