Ya hemos hablado en la primera parte de los dos rasgos principales que nos ayudan a obtener un retrato psicológico más claro de un adversario, así que pasemos a los dos siguientes:
- Imagen/sensibilidad para una ventaja psicológica instantánea
La sensibilidad a la imagen y al momento muestra cómo reacciona una persona a la imagen de un jugador y cómo se siente en el momento del partido. Por ejemplo, si alguien es muy sensible a la imagen, será susceptible a la imagen de haber perdido un gran bote (porque cree que concluirá que el rival se ha inclinado). Si el jugador es menos sensible a la imagen y al momento, seguirá jugando agresivamente en tal situación. Bien porque no siente nada y no presta atención a la imagen de su oponente, bien porque piensa que usted le respeta lo suficiente y que no hay necesidad de reaccionar bruscamente ante una mala imagen.
Y por último:
- Apegos al dinero
Estos apegos son una medida de lo apegado que está un jugador a la inversión en el juego que ya ha hecho. Alguien que tenga un apego alto perseguirá el dinero que pierde y tendrá problemas para retirarse de manos fuertes cuando cambie la situación del tablero. Más bien, en tales situaciones, decidirá farolear por adelantado y reaccionará menos a la información que ya debería descartarse como no relevante. Un jugador así a menudo se aferrará a la creencia de que merece ganar el bote y jugará con un estilo cuestionable sólo para confirmar su creencia. A los jugadores emocionalmente fuertes les cuesta sucumbir a este rasgo, a diferencia de las personas que tienden a inclinarse.
Los jugadores que juegan por encima de su bankroll tienden a estar igual de apegados a sus inversiones. Aunque su comportamiento sea de menor riesgo. Incluso si son extremadamente cautelosos en las situaciones en las que eligen asumir riesgos. Y cuando eligen tal situación, se comprometen en exceso con los botes en los que invierten dependiendo de lo valioso que sea para ellos el bote elegido. Esto significa que si un jugador de este tipo pone una cantidad de dinero claramente elevada en un bote, hay que desconfiar de un posible farol.
Observar cada uno de estos rasgos psicológicos en un adversario puede llevarle a muchas conclusiones correctas en situaciones en las que nunca antes había estado.
Por ejemplo, supongamos que el adversario con el que jugamos es reacio al riesgo, tiene una actitud sobrevalorada ante la dificultad, es completamente insensible a la imagen del otro jugador y tiene un fuerte apego al dinero invertido. Inmediatamente después de perder el bote, hace shove en el river en un intento de representar el turn del corredor. ¿Qué conclusiones podemos sacar?
En primer lugar, espera jugar un juego arriesgado y, en segundo lugar, probablemente piensa que su oponente no es muy listo. En tercer lugar, no tiene intención de enfadarse ni de reaccionar adecuadamente tras perder un gran bote. Por último, tiene un fuerte apego al dinero que ha puesto y no quiere devolverlo tan fácilmente. Aunque su shove puede ser una situación anormal de farol en su modelo estándar, las conclusiones que hemos sacado de nuestro retrato psicológico del oponente sugieren claramente que podemos igualar en esta situación.
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