Nuestra estructura cerebral tiene ciertas características que están fuertemente arraigadas. Una de ellas es la memoria dependiente del contexto. La memoria dependiente del contexto significa que lo que se aprende en un contexto determinado se recuerda mucho mejor, los recuerdos surgen mucho más rápido y todo se aplica mucho mejor en un contexto similar. En resumen, si quieres recordar algo, debes sumergirte en el entorno en el que lo aprendiste (por ejemplo: ir al mismo lugar, escuchar la misma música, evocar los mismos sentimientos, crear las mismas condiciones físicas o mentales). Esto puede parecer obvio y comprensible, pero tiene una consecuencia muy importante al aprender póker.
Si pensaste en la historia de manos, estás completamente en lo correcto. La historia de manos, y esto es muy importante, es ajena al contexto en el que realmente se juega al póker. La historia de manos es un bloque grande y confuso, muy alejado de la realidad. No tiene ninguna percepción del tiempo, ni ninguna percepción visual y es completamente estática. Una mano de póker real tiene movimiento, acción, experiencia, emoción. La forma en que experimentas la historia de manos es completamente diferente de lo que experimentas al jugar una mano real. Además, lo que aprendiste de la historia de manos (así como de libros, foros) no se aplicará realmente al jugar.
Esto explica en parte la existencia de jugadores que analizan perfectamente las manos, pero se desempeñan mal en el juego. Este fenómeno tiene muchos nombres: “teóricos”, “jinetes de teclado”, etc. Estas personas desarrollaron sus habilidades en el contexto de la historia de manos, leyendo foros o comentando jugadores, pero no pueden aplicar todo eso en el juego real de póker.
Al alcanzar cierto grado, el problema se vuelve incontrolable. Cuanto más nos alejamos del contexto, más difícil es regresar. Así es simplemente. ¿Cómo evitar estas trampas?
Lo primero y más efectivo sería intentar copiar el contexto real. Por ejemplo: haz todo lo posible para que la historia de manos sea lo más parecida posible a una mano de póker “viva”. Intenta cargar todas las manos importantes en el replayer de manos para obtener una retroalimentación visual lo más parecida posible a una mano de póker real. Esto puede parecer una pérdida de tiempo, pero las pistas visuales te ayudarán a transferir más fácilmente lo que aprendas al juego real.
También puedes intentar visualizar la mano como si estuviera ocurriendo en la realidad. Intenta despertar esa área del cerebro que se activa al jugar póker y acepta ese estímulo que vendrá. Enfoca tu atención e imagina el dinero, siente lo que significa para ti, ve el reloj tic-tac y realiza la acción correcta. Cuanto más te acerques a la experiencia real del juego, más efectivo será el proceso de aprendizaje. Cruza tus límites de confort. Es doloroso, puede parecer tonto o incluso incómodo, pero mejorará dramáticamente tus habilidades a largo plazo.
Otra cosa que puedes hacer es intentar “importar” la lección de la historia de manos a través de una conversación contigo mismo. Por ejemplo, digamos que estás leyendo una mano que trata sobre un excelente farol de 3-bet en el river. En lugar de simplemente pensar “La próxima vez lo haré” (una resolución que casi nunca se materializa), escribe una instrucción efectiva para ti mismo. Por ejemplo: “cuando pueda representar un backdoor flush, haré un farol de 3-bet en el river”. Deja esa nota en un lugar visible para la próxima vez que hagas una sesión de póker. Lo ideal sería que de vez en cuando leas esta instrucción recordándote a ti mismo sobre ella. Así habrá más posibilidades de que, cuando llegue el momento adecuado, utilices el farol de 3-bet en el river y esa mano que aprendiste volverá a ti, por lo que querrás jugarla de nuevo.
Haseeb Qureshi