Teoría y práctica del póquer

Teoría y práctica del póquer1

Existe un largo debate sobre si el póquer debe considerarse un deporte. Si decimos que el póquer no es un deporte, corremos el riesgo de pensar que el póquer es un juego completamente mental. Tal etiqueta sugiere que si no estás constreñido por ninguna limitación física, puedes hacer lo que quieras.

Esto no es del todo cierto. Es cierto que, a diferencia de los deportes tradicionales, en el póquer no estás limitado por atributos físicos como la altura o el físico. Sin embargo, sí estás limitado por las limitaciones físicas que existen en la mente. Si las estructuras de la mente no han sido calibradas adecuadamente por incontables horas en la mesa de póquer, entonces no eres físicamente capaz de jugar correctamente. Jugar bien significa tener los patrones neuronales adecuados, correctos y complejos.

Desde un punto de vista fisiológico, hay dos tipos distintos de conocimientos de póquer codificados en nuestro cerebro. La primera es lo que normalmente consideramos conocimiento: sabiduría basada en hechos o proposiciones. La segunda es del tipo know-how (sabiduría basada en procedimientos).

El conocimiento basado en las afirmaciones es algo así como "Debería hacer 3-bet preflop con KK". El conocimiento práctico es el conocimiento de nuestra mente sobre cómo actuar. A diferencia de los enunciados que se colocan en la mente para ser invocados, el conocimiento práctico contiene información sobre cómo enviar señales a las neuronas responsables de las fibras motoras y musculares, cómo calibrar los movimientos y el equilibrio para realizar las acciones. En baloncesto, por ejemplo, lanzar un tiro libre es una forma de saber hacer. No hace falta que sepas algunas afirmaciones sobre cómo realizar ese tiro, como que tienes que saltar a cierta altura o ver cómo rueda el balón en una dirección determinada. El cuerpo aprende estas cosas automáticamente y las traduce en saber hacer sin tener que hacer ninguna afirmación al respecto.

El juego del póquer también es un área de conocimiento. A medida que aprendes a jugar al póquer, cada vez mejor, tu cerebro construye una red de neuronas para coordinar inconscientemente tu percepción y tus reacciones motoras, igual que en el baloncesto. No es tan obvio porque nunca pensamos en el póquer como un juego físico, pero eso es el aprendizaje.

Si juegas al baloncesto, por supuesto que la teoría del baloncesto puede ayudarte, pero la única forma de convertirte en un jugador competente es desarrollar tu percepción del saber hacer, las sensaciones corporales internas que sólo se obtienen jugando de forma constante. Aunque los sistemas pueden influirse mutuamente, la teoría y la práctica del baloncesto son muy diferentes. Lo mismo ocurre en el póquer. El sistema en la mente que sostiene la teoría del póquer está estructuralmente separado del sistema que controla tu juego.

La teoría del póquer es una red consciente que tienes en tu mente. Deberías pensar en ella como un programa copiador que has construido en tus redes neuronales. Has introducido información sobre todas las variables de las manos en el programa interno de teoría del póquer, así que ahora toma la información, la digiere y te escupe la respuesta. Practicas y profundizas tus conocimientos hablando de póquer, viendo vídeos de póquer, observando las manos de otras personas, leyendo libros de póquer, haciendo simulaciones matemáticas de póquer, etc. La retroalimentación de todas estas fuentes ayuda a calibrar la red neuronal de la teoría del póquer más cerca de la realidad.

Como ya se ha comentado, es lento porque tiende a desviarse rápidamente y tiene que pasar por muchos códigos, por lo que es poco probable que lo utilices para todas las manos que juegues. Pero en situaciones serias, intentará extraer toda la información disponible.

En cambio, cuando jugamos al póquer, estamos ocupados haciendo algo completamente distinto. No intentamos Teoría y práctica del póquerrecordar conocimientos proposicionales, hechos sobre el póquer o incluso procesos discursivos contenidos en las redes de la teoría del póquer. Cuando jugamos, tenemos el poder del conocimiento práctico, nuestro sistema subconsciente de "memoria muscular", que nos permite reaccionar inmediatamente, sentir cuál es la jugada correcta, qué nos dice el tamaño de la apuesta. Decidimos si la mano es lo suficientemente fuerte como para igualar en esta situación. Esto se llama intuición. El saber hacer es lo que mueve inmediatamente nuestros dedos cuando pulsamos el botón, nos retiramos en el turn o vamos all-in. El saber hacer es nuestra percepción del póquer. La forma en que vemos J98 en el flop o la mano AQ está creada por nuestro bagaje de know-how. Por ejemplo, percibes inmediatamente AQ racionalmente - las matemáticas, los peones de la mano, la teoría del poker o la conciencia no tienen influencia aquí. Sólo tienes una idea de lo fuerte que es la mano, cómo funciona y cómo debería jugarse. Por supuesto, puedes aumentar tu comprensión intentando repasar mentalmente tu teoría del poker, o intentando averiguar cómo se enfrenta AQ a un rango concreto en PokerStove. Pero la mayor parte del tiempo en el póquer, simplemente estás funcionando con una percepción que está respaldada por el conocimiento.

Como era de esperar, el saber hacer se desarrolla sobre todo jugando. Igual que en otras actividades físicas, como la natación o la equitación. No se adquieren conocimientos leyendo libros o viendo a otros hacerlo. El saber hacer y las reacciones subconscientes del póquer se entrenan exclusivamente a través de la retroalimentación experimental, ya sea castigo o recompensa.

Además, estas recompensas o castigos pueden administrarse de formas muy diversas, a veces poco útiles. Pueden provenir de un acierto o de un error, pero también de un entrenador que te enseña a jugar o de tu propio crítico interior. Con cada ejemplo, sólo consigues alejarte más de la verdadera experiencia de jugar al póquer. Cuanto más enciendes tu mente consciente, menos entrenas tu saber hacer.

Este es uno de los mensajes clave, y pide ser repetido: cuanto más se saque una fuente del contexto en el que debe utilizarse su experiencia, menos afectará a tu comportamiento el feebback procedente de ella.

Así que, como podemos ver, hay dos sistemas de póquer distintos que existen en nuestras mentes: el sistema consciente, que está conectado con nuestra teoría del póquer y el conocimiento proposicional, y el sistema subconsciente, que mantiene el know-how y gobierna la mayor parte de nuestro juego. Estos dos sistemas no sólo están separados, sino que también se desarrollan de formas completamente diferentes.

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