El artículo anterior probablemente sonó un poco pesimista. Pero no todo es tan malo. Probablemente no quieres soltar el control tan fácilmente y eso es una buena señal. ¿Quieres mejorar en el póker? ¿Quieres ser el mejor? Entonces debes comprender bien estos hechos para poder superarlos y seguir adelante. Deja de identificarte tanto como tu conciencia. Eres más que eso. Eres la totalidad de tu mente, la conciencia es solo el mensajero y el negociador. El objetivo principal ahora es influir en tu subconsciente por todos los medios que tenemos para poder desarrollar tus habilidades como jugador de póker. Estos entrenamientos e influencias están controlados por la conciencia. Después de todo, la conciencia es la única parte de nosotros que podemos controlar. Y aunque ayuda mucho a manejar el entorno inmediato, influir en el subconsciente es una tarea más difícil para ella.
Las esperanzas, deseos y expectativas son cosas maravillosas, pero al subconsciente no le importan en absoluto. Las redes neuronales conectadas con el subconsciente continuarán con sus “trabajos” iniciados, que a menudo se cruzan con los objetivos de la conciencia. La mente consciente quiere cambiarnos, pero no puede, solo puede influir en cosas externas. Esta es la esencia de los objetivos mal formados. El jugador se confunde pensando que la conciencia puede afectar tanto las circunstancias externas como el subconsciente.
Entonces, esencialmente, no podemos influirnos directamente, pero aún queremos convertirnos en profesionales. Entonces, ¿qué hacemos? Rodeamos todo el sistema.
En lugar de esperar que los pensamientos conscientes cambien por sí solos el subconsciente, debes tomar un camino indirecto. Por ejemplo: involucrando tu entorno en el proceso, que puedes cambiar en la dirección en la que deseas mejorar tu mente subconsciente. Por lo tanto, el desarrollo consciente en el póker, como en cualquier otro lugar, debe mediar con el subconsciente a través del entorno. Crea un entorno que te impulse a crecer y verás resultados positivos de inmediato. Intentar forzarte a crecer solo con fuerza consciente generalmente termina en fracaso.
La metáfora de la película “Ghost in the Shell” encaja bastante bien aquí. Pero como todos los fantasmas, la conciencia no siempre está alerta, solo aparece en ciertos momentos y bajo ciertas circunstancias. Al crear un entorno que refuerce nuestros objetivos, podemos crear un mensajero para nuestras intenciones conscientes: un fantasma para otro fantasma, que vigila formando nuevos esquemas en el subconsciente cuando nuestra conciencia desaparece.
Por lo tanto, el primer paso es cambiar tu entorno para que fomente el crecimiento. El segundo es intentar comprender todo el sistema de la mente, no solo la conciencia (que es fácilmente accesible a través de la autoobservación), sino también el subconsciente. Debes investigar decididamente y sinceramente tus hábitos subconscientes, tendencias, miedos y todas las áreas más débiles de tu juego.
