Podemos afirmar que hay tres tipos principales de faroles en el póker: faroles fundamentales, faroles de flujo de juego y faroles de zona de confort.
El farol fundamental se utiliza en situaciones en las que tu oponente no recibe buenas manos, pero tú sí. En estos casos, el rival no puede hacer mucho con su rango, incluso si a veces sabe que estás faroleando. El farol de flujo de juego es un farol basado en la lectura de que en esta situación de flujo de juego tu oponente no esperará que estés faroleando. El farol de zona de confort es un farol en el que la zona de confort del oponente le impedirá hacer una llamada correcta. Puede tener manos lo suficientemente fuertes como para hacer una llamada y en algún momento el flujo de juego incluso puede ir en tu contra, pero has leído que esta situación está en la zona de confort del jugador, por lo que puedes hacer faroles frecuentes y efectivos.
Por supuesto, en la realidad los faroles no se dividen solo en estas tres categorías. La mayoría de ellos funcionan en varios niveles, o pueden funcionar en dos niveles y en el tercero no en absoluto. Estas son solo tres direcciones primarias en las que el farol muestra su efectividad.
Incluyendo todas nuestras observaciones, podemos llegar a una definición de farol en dos partes. Suena así:
“El farol es la percepción de en qué situaciones farolear, y el arte de saber en cuáles de ellas tu oponente se retirará.”
La primera parte, saber cuándo farolear, habla de atacar las áreas estructuralmente más débiles en el juego del oponente y usar faroles fundamentales y fuertes. Esta parte del farol es el táctico dentro de ti, que estudia varios “planos técnicos” y planifica los ataques.
La segunda parte, el arte de saber cuándo el oponente se retirará, es un juego psicológico: es conocer la psicología del oponente, la zona de confort, comprender el flujo del juego. Esto te permite elegir el momento adecuado para farolear, precisamente cuando el oponente lo creerá y se retirará. Esta parte del farol es el matador dentro de ti, conectado con tus sentidos y el ritmo de la acción, sacando la capa roja en el momento adecuado. Un maestro del farol debe dominar ambas partes.