¿Qué significa estar atado al bote?
Cuando la relación de rentabilidad de tu bote con las fichas restantes es mejor que las probabilidades de ganar la mano, entonces estás atado al bote.
Compara el tamaño del bote con tus fichas restantes, no el tamaño del bote con la cantidad de la apuesta del oponente.
La situación en la imagen proporcionada se puede describir así: necesitas poner una ficha para ganar cinco, y ganarás una vez de cada cinco (4 veces ganará el oponente). Esto significa que vale la pena igualar, ya que perderás 4 fichas en cuatro ocasiones, pero ganarás 6 fichas en una ocasión (5 ya en el bote y 1 que pondrás).
Ejemplo de estar atado al bote
Supongamos que antes de comenzar a jugar una mano con un oponente, ambos tienen $200. Al abrirse el turn, el bote es de $300, por lo que a cada uno le quedan $50. Si en esta etapa del juego tienes al menos una pareja alta, estás atado al bote y no deberías retirarte ni en el turn ni en el river.
– La relación entre las fichas en el bote y tus fichas restantes es de 7-1 ($350-$50) (no olvides agregar tus fichas restantes al total de fichas en el bote).
– Casi con certeza tienes una mayor probabilidad que 7-1 (12.5%) de ganar este bote, incluso si el oponente generalmente apuesta o iguala solo con manos fuertes.
En el ejemplo proporcionado, nuestra relación entre el bote y las fichas que tenemos es mejor que las probabilidades de ganar la mano, por lo que estamos atados al bote y no deberíamos retirarnos. Aunque no parezca que a menudo tendrás la mejor mano, las probabilidades indican que a largo plazo en una situación así, retirarse te hará perder más que igualar.
¿Cuándo no estás atado al bote?
El mayor error que cometen los jugadores inexpertos es justificar malas decisiones usando el término “atado al bote”. Aquí hay una mala definición del término “atado al bote”:
“El jugador debe igualar la subida porque la mayor parte de sus fichas ya están en el bote”
El hecho de que hayas puesto la mayor parte de tus fichas en el bote no te hace estar atado a ese bote. Es especialmente importante evaluar tus probabilidades de ganar la mano.
Ejemplo de por qué no es suficiente mirar solo cuánto se ha invertido en el bote
Supongamos que llegas al river y $999 de tus $1000 iniciales ya están en el bote. Tu oponente muestra sus cartas y revela que tiene una escalera real, que vence a tu full house. Luego, el oponente pone su último $1. ¿Vale la pena igualar? ¡Por supuesto que no! Tienes un 0% de probabilidad de ganar el bote y una garantía del 100% de perder $1. Tal situación tendrá un valor esperado (EV) de -$1 (EV) a largo plazo.
El hecho de que $999 de tus fichas iniciales ya estén en el bote no significa nada en este caso. Recuerda, tus probabilidades de ganar la mano son uno de los factores que determinan si estás atado al bote. No puedes confiar solo en las fichas que ya has puesto en el bote.
Para estar atado al bote, tu relación de rentabilidad del bote (pot odds) debe ser mayor que la probabilidad de ganar la mano.
¿Cómo aprovechar el factor de estar atado al bote durante el juego?
1. Evita aumentar grandes botes con cartas con las que no estás dispuesto a ir all-in.
2. No pienses que estás atado al bote cada vez que pones mucho dinero en él. Retirarse puede no ser muy agradable, pero es mejor que perder aún más dinero.
3. Para determinar si estás atado al bote o no, usa matemáticas y probabilidades, no tu intuición.
4. Tener información específica sobre el juego del oponente y asignar rangos de cartas te ayudará a evaluar mejor tus probabilidades de ganar.
Una muy buena regla que puedes seguir al jugar al póker es: no es recomendable poner 1/3 de tus fichas en el bote y luego pensar en retirarte. La idea es que si pones 1/3 de tus fichas en el bote y luego te retiras, significa que estás invirtiendo demasiado dinero con malas cartas.
¿Por qué 1/3? Porque si pones 1/3 de tus fichas en el bote, significa que tú o tu oponente tienen la oportunidad de hacer una apuesta all-in y esa apuesta no superará el tamaño del bote. Así que si tienes una mano lo suficientemente buena, nunca deberías retirarte. Tus probabilidades de ganar deben ser menores que 2:1 (33%) para que puedas retirarte, de lo contrario, estás atado al bote. Sin embargo, el hecho de que en tal situación no tengas una mano lo suficientemente fuerte significa que has cometido errores en tu juego hasta ese momento.
Desde el principio, debes tener un plan sobre cómo jugarás cada mano. Debes saber qué tamaño quieres que tenga el bote (o qué tamaño no quieres que tenga). Sin un plan, a menudo te encontrarás en situaciones en las que no te darás cuenta de que ya tienes 1/3 de tus fichas en el bote y aún no estás seguro de la fuerza de tu mano.
¿Estar atado al bote: un nuevo concepto o una excusa?
Al leer el artículo, puede parecer que algunos consejos se contradicen entre sí. Por un lado, se dice que no se debe usar el concepto de estar atado al bote como una excusa para seguir poniendo dinero en el bote, pero por otro lado, se dice que no se deben retirar las cartas cuando estás atado al bote.
En realidad, se intenta ayudar a dos grupos diferentes de jugadores:
1. Si el concepto de estar atado al bote es nuevo para ti, se intenta decir que cuando estás atado al bote, retirarse es un error.
2. Si el concepto de estar atado al bote es un factor conocido en el póker pero se usa demasiado a la ligera. A estos jugadores se les aconseja considerar más cuidadosamente las situaciones en las que piensan que poner todo el dinero en el bote es la única opción.
Elige a qué grupo perteneces y sigue los consejos correspondientes.
Resumen de estar atado al bote
No te retires si estás atado al bote.
Sigue estas directrices:
– Estás atado al bote cuando tu relación de rentabilidad del bote (pot odds) es mejor que la probabilidad de ganar la mano.
– No uses el concepto de estar atado al bote como una excusa para un mal juego. Para determinar si estás atado al bote, usa cálculos matemáticos.
– Evita situaciones en las que pones un tercio de tus fichas en el bote y luego te retiras.
La regla de poner 1/3 de las fichas en el bote es útil para recordar, pero la idea principal es aprender a planificar el juego de tus manos. Si aprendes a responder y apostar correctamente según la fuerza de tu mano, esta regla nunca se romperá.
Las decisiones que tomes antes del flop y en el flop determinarán los eventos en el turn y el river. Si no entiendes estas relaciones, te encontrarás en situaciones muy complicadas, estando atado al bote con cartas con las que nunca habrías pensado en ir all-in antes del flop.